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Los representantes demócratas anunciaron el lunes que quieren votar mañana un paquete presupuestario para terminar con el cierre parcial del gobierno en Estados Unidos, un proyecto que no contempla la exigencia del presidente estadounidense Donald Trump de fondos para construir un muro en la frontera con México.


El futuro de este proyecto es incierto ya que pese a que a partir de mañana los demócratas van a recuperar el control de la Cámara de Representantes, los republicanos van a seguir siendo mayoría en el Senado.


“Cuando el 116 Congreso quede inaugurado el jueves (mañana), la nueva mayoría demócrata va a tomar el primer paso para terminar con el cierre de Trump tramitando esta legislación, que ya ha tenido un fuerte apoyo bipartidista en el Senado”, dijo Nita M. Lowey, la próxima presidenta de la Comisión de Asignaciones de la Cámara de Representantes.


Trump, quien tiene poder de veto, insistió en que quiere los fondos para construir un muro en la frontera con México, pese a la persistente negativa de los demócratas.


“Estoy en el Despacho Oval. Demócratas vuelvan de sus vacaciones y denme los votos necesarios para la seguridad fronteriza, incluyendo el muro”, dijo Trump.


En una entrevista con la cadena Fox News, cuyos extractos fueron difundidos el lunes, el presidente reiteró que no va a ceder.


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Los legisladores están en receso hasta hoy, y mañana se inaugura el nuevo Congreso, fruto de las elecciones de mitad de mandato de noviembre en las cuales los demócratas recuperaron el control de la Cámara de Representantes.


Pero debido a la falta de acuerdo sobre el presupuesto, Trump tuvo que cancelar sus planes de vacaciones en un centro de golf en Florida, en el cálido sur de Estados Unidos.


El centro de la pugna es la negativa de los demócratas para aprobar una partida de $5.000 millones para construir un muro en la frontera con México para frenar la migración, a lo cual Trump respondió negándose a firmar el presupuesto.




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La falta de acuerdo llevó a un cierre parcial del gobierno federal que se extiende desde el 22 de diciembre y que ha afectado a 800.000 funcionarios que se ven obligados a estar en licencia sin goce de sueldo.


Para salir de la parálisis presupuestaria, los demócratas proponen por un lado renovar hasta el 30 de septiembre los presupuestos de las agencias que no son objeto de ninguna controversia y prolongar sólo hasta el 8 de febrero la partida del Departamento de Seguridad Interior, que se encarga de las fronteras.